La mayoría de problemas periodontales tienen su origen en la acumulación de bacterias, en ocasiones originadas por una higiene oral insuficiente, aunque hay otros factores que también pueden influir. Enfermedades como la diabetes, medicación que suprime el sistema inmunitario, infecciones de origen vírico, los cambios hormonales que se producen en el embarazo, hábitos perjudícales como el tabaco, o factores hereditarios aumentan las probabilidades de sufrir algún problema periodontal.
Las principales enfermedades periodontales son la Gingivitis y la Periodontitis, y entre ellas la más frecuente es la Periodontitis conocida comúnmente como “piorrea”. Al igual que ocurre con otros problemas de salud, cuanto antes sea diagnosticada la Gingivitis y la Periodontitis, mejor será el pronóstico, ya que el tratamiento de éstas tiene como principal objetivo detener el progreso de la enfermedad.
En muchas ocasiones, la enfermedad periodontal puede no cursar ningún síntoma ni dolor y será el odontólogo quien en una revisión preventiva pueda identificar alguno de los síntomas característicos, que tras un análisis o pruebas complementarias (RX, etc.) pueda confirmar la presencia de alguna enfermedad periodontal.
La Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), informa de la amplia prevalencia de las enfermedades periodontales, asegurando que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece Gingivitis o Periodontitis.